¡Hola! Soy Gemma, una mamá caracol desde hace 26 días, cuando el pequeño Pies-inquietos llegó a nuestras vidas.
Cuando decidimos hacer este blog entre mis hermanas y yo, lo primero que pensé fue que no tendría tiempo para escribir, confirmando lo que muchos amigos con hijos ya nos iban diciendo: ¡no tendréis tiempo para nada! Aprovechad ahora que luego no lo haréis, etc. Y ahora me doy cuenta de que sí tengo mucho tiempo. Tiempo para estar con mi hijo, ver cómo crece y disfrutar junto a mi marido de los cambios y novedades del día a día. ¡Qué más podemos pedir! Y también tienes tiempo cuando le das el pecho, o cuando le intentas dormir, recorriendo una y otra vez el largo pasillo de casa, o cuando vas a dar un paseo… Eso también es tiempo para pensar en cómo está cambiando tu vida, en lo que te está ocurriendo y en ideas de futuro.
En parte, de aquí nace este blog. En querer compartir ideas, experiencias y situaciones que hemos vivido como mamás y que pensamos que pueden ayudar a otras mamás. Porque las buenas ideas, si no se comparten, no tienen sentido.
Para acabar quiero compartir brevemente la anécdota de hoy con mi Pies-Inquietos. Por primera vez hemos salido a la calle los dos solos (es decir, sin papi) con tan mala suerte que se ha puesto a llover y con peor suerte aún porque el peque se ha puesto a llorar a lo grande. Como una es muy fina al principio iba con paraguas, luego te das cuenta de las prioridades y pasas del paraguas. Al final tuve que parar bajo un balcón para coger al niño y calmarlo con los mismos paseos que en el pasillo de casa. Y cuando ya lo tenía tranquilito, de pronto cae la típica gota fría del canto del balcón (sí, esa que curiosamente siempre va a parar a tu canalillo) y ha ido a caer a la cabecita de mi peque. Os podéis imaginar. Bueno hijo, ya estamos bautizados como novatos.
Gemma, mamá Caracol.

No hay comentarios:
Publicar un comentario